Rotura de LCA


Hoy os traigo una de las lesiones más comunes en lxs futbolistas: la rotura de ligamento cruzado anterior.
Los ligamentos cruzados son los encargados de regular la cinemática articular e impiden el desplazamiento de la tibia sobre el fémur.
Cuando se extiende excesivamente la rodilla, recibe un fuerte golpe o se realiza un giro brusco, estos ligamentos se pueden ver afectados con una rotura parcial o completa. El paciente notará un crujido en el momento de la lesión, dolor agudo e hinchazón de la articulación, debido a la extravasación sanguínea (hemartros) y derrame de líquido sinovial.
El médico puede establecer el diagnóstico en casos de rotura del ligamento cruzado basándose en las molestias nombradas anteriormente. Además, el paso se vuelve inseguro, las articulaciones se doblan y la rodilla se torna inestable (pudiendo ser comprobado mediante diversas pruebas de movimiento). Así, el signo de cajón muestra si se trata de una rotura anterior o posterior: si se puede desplazar la tibia hacia el fémur hacia atrás (signo de cajón posterior), entonces es el ligamento cruzado posterior el que está roto; si puede desplazarse hacia delante (signo de cajón anterior), se trata del ligamento cruzado anterior. En la fase aguda, sin embargo, la rotura del ligamento cruzado puede acarrear dolores tan fuertes que dificultan el diagnóstico con ayuda de este tipo de pruebas.
 
Para seguir con el diagnóstico, se puede realizar una radiografía de la rodilla. Gracias a ella, el médico puede descartar las fracturas. Solo en casos excepcionales, principalmente en niños, se rompe la parte ósea del ligamento cruzado. Para determinar la rotura de este ligamento con exactitud, se emplea una tomografía por resonancia magnética (TRM).


Los primeros auxilios para una lesión del Ligamento Cruzado pueden incluir: elevación de la articulación por encima del nivel del corazón, aplicación de hielo en la rodilla y/o analgésicos tales como los antiinflamatorios no esteroides (como el ibuprofeno).

Tratamiento
1. Muletas para caminar hasta que la hinchazón y el dolor mejoren.
2. Terapia física para ayudar a mejorar el movimiento de la articulación y la fuerza de la pierna.
3. Cirugía para reconstruir el Ligamento Cruzado: consiste en el reemplazo del ligamento por un implanto de cadáver o por otro tendón del paciente (por ejemplo, los isquiotibiales) por medio de una artroscopia.

Intervención de Enfermería:
Como siempre y en primer lugar, el personal de Enfermería debe controlar las constantes vitales y vigilar las necesidades principales del paciente: respiración con normalidad, frecuencia cardíaca, alimentación adecuada, eliminación urinaria e intestinal correcta, etc.
Por otro lado, se le proporcionará otro tipo de cuidados al paciente, como: la ayuda en el traslado para mejorar la deambulación, terapia de ejercicios articulares para conocer las limitaciones del movimiento, ayuda con los autocuidados, disminución de la ansiedad y enseñanza prequirúrgica; administración de analgésicos y de calor o frío, curas…

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