El
post de hoy no es el que más habla sobre la enfermería en sí, ni el que explica
técnicas o protocolos a seguir, pero tiene un trasfondo muy importante para
concienciar a todo el mundo. Esta publicación relata la historia de una
enfermera bastante desconocida pero una gran heroína.

Durante
la Segunda Guerra Mundial, en medio del Holocausto, Irena salvó la vida de más
de 2500 niños judíos, incluso llegando a arriesgar su propia vida.
Irena
se las ingenió para conseguir un permiso que le permitiese entrar al gueto y
ayudar a las personas de dentro. Consiguió una credencial de la oficina
sanitaria para supervisar las condiciones de salud en el interior del gueto y
así encargarse de luchar contra la propagación de las enfermedades contagiosas,
como el tifus (temido por los alemanes).
De esta
manera y de forma clandestina iba sacando a niños judíos desde el gueto hasta
la zona aria y les encontraba un nuevo hogar. Al principio los sacaba
escondidos en ambulancias, pero con el tiempo tuvo que sacar a algunos en
bolsas de basura o incluso en ataúdes.
Además,
para que todos estos niños pudieran algún día recuperar sus nombres verdaderos
y reencontrarse con sus familias ideó un sistema que registraba los nombres y
las fechas de nacimiento de todos, así como sus nuevas identidades (los escribía
en trozos de papel que luego guardaba en botes escondidos bajo un árbol en un
jardín).
En el año
1943 fue detenida por la Gestapo y torturada para revelar sus actos, pero ella
no cedió y soportó los abusos. La condenaron a ser fusilada, pero gracias a
ciertos sobornos logró sobrevivir y seguir luchando de manera anónima, porque
había sido declarada como muerta.
Una vez
terminada la guerra, Irena desenterró los papeles con las identidades de los
niños que había salvado y se los entregó al comité de salvamento de los judíos
supervivientes.
En el año 2007 fue propuesta para obtener el Premio Novel de la Paz, aunque finalmente no le fue
concedido. Pero si fue reconocida como Justa entre las naciones y nombrada dama
de la Orden del Águila Blanca (distinción polaca).
Finalmente Irena
Sendler falleció en Varsovia, en el año 2008, a los 98 años de edad.
Personalmente
os recomiendo el libro Los niños de Irena, que narra su historia y contiene
fotografías originales.
“La razón
por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia.
Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de
corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.”
Irena Sendler.
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