Espirometrías

Para no variar, os traigo otra prueba respiratoria muy común (se nota que estoy en neumo jeje): las espirometrías. Sirven para diagnosticar patrones respiratorios obstructivos (cuando el aire sale con dificultad) y restrictivos (el aire es incapaz de entrar).

Os voy a hablar sobre tres tipos de espirometrías: la simple, la forzada y la incentivada.

ESPIROMETRÍA SIMPLE
En esta prueba medimos el aire que entra y sale de los pulmones en una respiración normal. Para ello, pedimos al paciente que primero respire con normalidad y, posteriormente, que expulse todo el aire posible.

ESPIROMETRÍA FORZADA
Por otro lado, este tipo de espirometría nos ayuda a medir el flujo, es decir, la cantidad de aire que puede expulsar una persona por segundo (la capacidad vital forzada y la ventilación espiratoria máxima, esta última nos indica el máximo de aire expulsado en un solo segundo).
El paciente debe coger todo el aire posible y soltarlo bruscamente hasta que no pueda expulsar más (unos 6 segundos, aproximadamente).
En este vídeo que os dejo, vemos como un paciente acude al médico porque se encuentra fatigado y con tos y sospecha de alguna enfermedad pulmonar. El doctor le realiza una auscultación y una espirometría para realizar el diagnóstico:

Resultado de imagen de incentivo respiratorio

ESPIROMETRÍA INCENTIVADA
Por último, esta espirometría no se utiliza para realizar diagnósticos, sino que, ayudándose de un incentivo (aparato de la imagen), el paciente va a aprender cómo tomar respiraciones profundas y lentas. Se utiliza mucho en pacientes de cirugía torácica para recuperar la función y capacidad pulmonar.
El paciente debe soplar por la boquilla y mantener la pelotilla a la altura de la carita feliz.

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