Más vale prevenir que curar

Como sabéis, una de las funciones más importantes de Enfermería es la educación sanitaria. Pues bien, mi entrada de hoy estará dedicada a las alarmas del ICTUS.

En primer lugar, ¿por qué elegí este tema? El ictus es una enfermedad muy frecuente y que, por culpa de no estar bien informadx, puede acabar con tu vida o con lesiones muy graves. EL TIEMPO ES ORO.


En este vídeo os explican muy bien qué es el ictus y cuales son las señales que nos avisan de lo que está pasando. 

Os pongo también algunos consejos para prevenirlo que nos deja la Sociedad Española de Neurología:


  • Llevar una dieta rica y saludable: también tiene que tratar de evitar el colesterol LDL, lo que se consigue reduciendo las grasas saturadas. Y, además, se debe mantener el índice de masa corporal por debajo de 25 para reducir el riesgo de ictus.
     
  • Realizar ejercicio de forma habitual y moderada, ya derivados de una vida sedentaria pueden provocar otros problemas que a su vez causen un ictus.
     
  • No fumar. ¡¡La exposición pasiva al tabaco también aumenta la probabilidad de sufrir un ictus!!
     
  • Moderar el consumo de alcohol. El consumo de alcohol no debe superar los 60 gramos al día, pero esto no significa que haya que evitarlo a toda costa: aquellas personas con un consumo leve (menos de 12 gramos al día) o moderado (entre 12 y 24 gramos al día) de alcohol tienen menos probabilidades de sufrir un ictus que aquellas personas que no lo consumen.
     
  • Llevar un control de la tensión arterial de forma regular. En aquellas personas que no hayan sufrido un ictus anteriormente la tensión arterial debería ser inferior a 140/90, y para diabéticos o personas que ya hayan sufrido un ictus, inferior a 130/80.

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