DESA

DESFIBRILADORES EXTERNOS SEMIAUTOMÁTICOS

La desfibrilación consiste en el empleo terapéutico de la corriente eléctrica liberada en gran cantidad, en breve periodo de tiempo. Es pues, la transmisión de corriente eléctrica al músculo cardíaco, ya sea directamente a través del tórax abierto o a través de la pared torácica, para poner fin a la arritmia maligna que provocó la PCR. Estas arritmias malignas se asocian comúnmente con enfermedades coronarias, infarto agudo de miocardio, taquicardia ventricular, etc., pero puede también ocurrir debido a una descarga eléctrica (electrocución), toxicidad y sensibilidad a las drogas, ahogamiento, o alteración del equilibrio ácido/base. El único tratamiento efectivo en caso de FV o TV sin pulso es la desfibrilación.
La desfibrilación consiste en interrumpir la actividad caótica de la FV/TVSP, deteniendo el corazón para posibilitar que tome el control del ritmo el marcapasos natural del corazón.


  • Posición de los electrodos:
La posición de los parches-electrodos es muy importante para la desfibrilación, la más habitual es la posición anterior-ápex. Deben colocarse en una posición que lleve al máximo el flujo de corriente a través del miocardio. La recomendación por los fabricantes indica en cada parche su colocación sobre la parte anterior del tórax; uno a la derecha del esternón, debajo de la clavícula derecha y el otro electrodo a la izquierda del pezón izquierdo con el centro del electrodo en la línea medioaxilar. Otra posibilidad es colocar un electrodo sobre el ápex izquierdo y el otro en situación infraescapular izquierda (posición antero-posterior).


  • Utilización del DESA 
Una vez colocado el paciente en posición de RCP, el DESA se colocará junto a la cabeza (oreja) del paciente en su lado izquierdo, este es el lugar más adecuado para facilitar la colocación de los electrodos de desfibrilación y acceder a los controles del DESA. Si esta posición no es posible, pueden estudiarse posiciones alternativas igualmente eficaces. El dispositivo (DESA), se conecta al paciente mediante parches grandes autoadhesivos desechables que, no solamente registran la señal del electrocardiograma (ECG), sino que también transmiten la energía de desfibrilación. Estos aparatos incorporan un sistema de detección ECG, que analiza el ritmo cardíaco y distingue los ritmos que deben recibir descarga (desfibrilables: FV y TV) de aquellos que no deben recibirlo. El artefacto por el movimiento y la interferencia de ciclos pueden obstaculizar un análisis preciso del ritmo; por lo tanto debe detenerse el movimiento del vehículo y del paciente, el personal de rescate no debe tocar al paciente durante el análisis del ritmo.
Los DESA cuentan con dos botones, uno de encendido/apagado (tras encenderlo sólo nos queda seguir las instrucciones verbales y luminosas del DESA), y otro que se activa tras valorar el DESA al paciente, y sólo si éste presenta un ritmo susceptible de desfibrilación, debiendo entonces tras asegurarnos que nadie toca al paciente, que estamos seguros y que hemos apartado la fuente de oxígeno al menos 1 metro, oprimirlo para producir la descarga (desfibrilación). Dependiendo del fabricante, el tiempo transcurrido entre el análisis del ritmo y el suministro del choque es aproximadamente de 10 a 25 segundos. Durante este tiempo no se debe interrumpir la RCP. Deberemos colocar los electrodos sobre el pecho desnudo del paciente para que el impulso pase a través de la piel y los tejidos, hasta llegar al corazón. Como la piel no es un buen conductor de electricidad, los parches-electrodos que se utilizan están provistos de un gel (evitar parches caducado o abiertos).
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